Ley 26.529
Es el acto por el cual un paciente brinda su conformidad (o rechazo) a la indicación médica, luego de recibir la información completa, adecuada, clara y precisa acerca del diagnóstico que lo aqueja;, el mejor tratamiento disponible, las alternativas terapéuticas, los beneficios y riesgos esperados y el pronóstico. En lenguaje bioético, el CI concreta el principio de autonomía.
En el marco del cumplimiento de la Ley 26.529, desde Aterym Alta Gracia queremos que sepa como paciente sus derechos y obligaciones.
Derechos del paciente
- Recibir atención médica integral de acuerdo con los recursos de la ciencia médica actual y conforme a la ética profesional.
- Recibir un trato digno y humano, sin importar su edad, sexo, religión, valores y creencias.
- Que se respete su intimidad personal y su privacidad.
- Que se guarde la más estricta confidencialidad sobre datos relativos a su salud, que no serán revelados a terceros sin su autorización, salvo las excepciones contempladas por la ley. En este sentido, Usted también podrá comunicar al equipo médico qué información decide compartir con la familia o terceros y en qué circunstancias.
- Recibir información verídica y en términos sencillos y comprensibles acerca de su salud, los posibles tratamientos y sus consecuencias, efectos adversos y riesgos, para evaluarlo con su médico.
- Solicitar y conocer los datos de su historia clínica y cualquier otra documentación que acreditara la atención médica recibida.
- Ser protegido de cualquier agresión física, violencia o abuso.
- Recibir tratamientos para controlar el dolor y a tomar decisiones acerca de estos.
Obligaciones del paciente
- Conocer sus derechos y responsabilidades, y cumplirlos razonablemente.
- Brindar información veraz y completa sobre su salud, los tratamientos y medicación que esté tomando. Informarse de modo que el consentimiento a las intervenciones médicas sean resultado de una decisión personal, consciente y deliberada.
- Aceptar los resultados de sus decisiones libres e informadas.
- Respetar a las personas, las instalaciones, los horarios y los bienes materiales del sanatorio.
- Evitar conductas que interfieran en el bienestar y los derechos de otros pacientes.
- Comunicar al personal sus valores y creencias, para recibir una atención médica correspondiente y, en caso de requerirlo, el servicio espiritual acorde.